La escuela del silencio
La escuela del sielencio
En nuestro país existen diferentes estereotipos alrededor de las prácticas
literarias. A continuación se mencionan algunos estereotipos que no son generalizados y bajo
ninguna circunstancia son aceptables.
Es importante reflexionar acerca de ellos,
con la finalidad de identificarlos y hacer pensar sobre estas prácticas para ir desterrándolas
definitivamente.
Existen prácticas de discriminación de género. Ejemplo:
Si asignamos en nuestras aulas un trabajo en grupos sobre la interpretación de un texto,
muchas veces ocurrirá que los estudiantes inmediatamente se pondrán a trabajar y escribirán;
mientras que lo que se espera es que los estudiantes sean quienes expongan.
Cuando se
pide una opinión al analizar un texto literario, los primeros en brindarla serán los varones, pues
culturalmente en la mayoría de familias es más usual que los hombres den su parecer antes
que las mujeres y esta situación cotidianamente se replica en las aulas.
Esto sucede porque
las chicas no necesariamente no saben o no quieren hablar, sino porque en el imaginario
social a veces se piensa que “ese no es el rol que les corresponde”. Estas situaciones se
ven reflejadas, por ejemplo, en el documental “La escuela del silencio” (2014), que relata la
historia de niñas que a pesar de vivir en entornos muy distintos (comunidades amazónicas,
alto andinas y un asentamiento humano de Ventanilla), tienen un sueño común y enfrentan
similares barreras para cumplirlos.
Estas niñas anhelan culminar la escuela y convertirse en
profesionales. Ellas, a su corta edad, deben asumir el cuidado de sus hermanos menores y
con las labores domésticas. Además, deben trabajar para colaborar con la economía familiar;
y de esta manera, deben soportar día a día la discriminación de género y la violencia en sus
casas y colegios. Estas conductas se ven reflejadas también al realizar actividades literarias
en la escuela.
Reflexiona:
¿Estás de acuerdo con la existencia de algunos de estos estereotipos en las aulas?
¿Consideras que estas prácticas sociales escolares deben desterrarse de nuestras escuelas? ¿Por qué?
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